El 10 de mayo de 1954 se emitió un decreto de erección para la nueva parroquia con el nombre de San Luis Beltrán, por el Obispo de Córdoba Fray Albino. A primeros de julio de este mismo año entró en vigor y empezaron las obras de cimentación. Más tarde en 1962, el Obispo de Córdoba Don Manuel Fernández Conde modificó el nombre de la nueva parroquia, Que pasó a llamarse El Salvador y San Luis Beltrán. En este mismo año reanudaron las obras del templo, y acabaron en el año 1965.
En 1975 pasaron todas las actividades administrativas de Nuestra Señora del Rosario a la parroquia del San Salvador y San Luis Beltrán y esta parroquia fue la principal en Peñarroya-Pueblonuevo, que prosiguió con sus mismas actividades hasta el año 1980. Del 1981 al 2000 la dinámica pastoral tomó un nuevo impulso, y comenzó una nueva etapa que se caracterizaba por las hermandades de semana santa que surgieron.
Esta iglesia tiene algunas tallas de madera bastante antiguas como son: El Santísimo Cristo de la Expiración, que se caracteriza porque en su procesión es sacada por mineros, equipados con sus trajes de trabajo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, Nuestra Señora de los Dolores, cuya imagen tiene más de cien años y el Santo Entierro.
En cuanto arquitectura consta de una composición clásica de planta latina, con una bóveda de medio cañón y cúpula de crucero. Esta iglesia se distingue por su decorado barroco. En ella alberga elementos combinados con la fantasía decorativa de las obras de arte que cobija en su interior, donde cabe destacar: El coro, la custodia y el retablo, que procede de la catedral de Córdoba.
En el interior de la Sacristía se encuentra el Museo de Bellas Artes de Peñarroya-Pueblonuevo. Este alberga una gran variedad de obras pictóricas realizadas en su mayoría por autores provinciales en las últimas décadas del siglo XX.
La Parroquia de El Salvador es un ejemplo clásico de arquitectura tanto por su proporción y austeridad, como por su exponente del neobarroco de placas cordobés.